jueves, 14 de febrero de 2008

El Mundo del Baker

Aquí llegamos en la hermosa Caleta Tortel, después de seis días bajando el Río Baker en balsa. El mundo del Río Baker es como ningún otro lugar he conocido. Es un mundo de agua. Cada día el río cambia su carácter, y cada día nos quedábamos fascinados con su agua, sus orillas, su movimiento, y su gente.

A la gente que vive al lado del río, el Baker es una parte de su vida esencial. Los que tienen campos allí, sacan su agua tan pura y sana para tomar, cocinar, y bañar. (El agua en el Baker es mucho más puro que el agua nosotros compramos en botella.) Mucho de ellos bajan el río en balsa o lancha, y los que viven cerca de Tortel bajan el río con palos de ciprés que usan a construir casas y venden a otras partes. Lo mayoría de gente en ese sector viven muy aislado, pero comparten frecuentemente con sus vecinos y otros colonos como una familia. Pasamos dos días en el campo de Lalo Sandoval, un hombre muy bueno para hablar y bromear (específicamente con las mujeres), en su campo precioso entre Río Baker y Río Vargas. Lalo nos dijo que nunca vendría su campo a ENDESA...que nunca quería vivir a fuera de su tierra. Al contrario, su vecino Jorge Mansilla dijo que a el, le gustaría trabajar por ENDESA porque falta fuentes de trabajo en la zona.

No quería que el río termine - quería quedarme en el río para siempre. Pero lleguemos en Tortel entre millones de cascadas y ventisqueros arriba del desembarcadora del río. Tortel es un pueblo demasiado lindo y único en un fiordo. No hay calles en Tortel, solamente hay pasarelas de ciprés, y la aroma de la madera hace un buen ambiente. Acampamos 5 días en lluvia, pero encontramos que la gente en Tortel es muy abierta y amistosa. Pasamos los días conversando con los "Tortelinos," tomando cafecito y matecito en sus casas, y escuchando las historias de sus vidas. Siempre los que tienen poco nos ofrecen mucho, y su cariño nos ayuda cuando estamos cansado, mojado, y con hambre. Con ese cariño seguimos adelante.

Ahora estamos en Cochrane por el festival costumbrista. Acá, todo es seco y distinto de Tortel. Un descanso de la lluvia nos ayudó mucho. Desde allí, volveremos a Tortel para visitar el Ventisquero Steffins en una lancha de CONAF, y después seguimos al sur. Todavía nos espera la ruta hacia O'Higgins, y el poco conocido Río Pascua.

-Sarah

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