Aquí llegamos en la hermosa Caleta Tortel, después de seis días bajando el Río Baker en balsa. El mundo del Río Baker es como ningún otro lugar he conocido. Es un mundo de agua. Cada día el río cambia su carácter, y cada día nos quedábamos fascinados con su agua, sus orillas, su movimiento, y su gente.
No quería que el río termine - quería quedarme en el río para siempre. Pero lleguemos en Tortel entre millones de cascadas y ventisqueros arriba del desembarcadora del río. Tortel es un pueblo demasiado lindo y único en un fiordo. No hay calles en Tortel, solamente hay pasarelas de ciprés, y la aroma de la madera hace un buen ambiente. Acampamos 5 días en lluvia, pero encontramos que la gente en Tortel es muy abierta y amistosa. Pasamos los días conversando con los "Tortelinos," tomando cafecito y matecito en sus casas, y escuchando las historias de sus vidas. Siempre los que tienen poco nos ofrecen mucho, y su cariño nos ayuda cuando estamos cansado, mojado, y con hambre. Con ese cariño seguimos adelante.
Ahora estamos en Cochrane por el festival costumbrista. Acá, todo es seco y distinto de Tortel. Un descanso de la lluvia nos ayudó mucho. Desde allí, volveremos a Tortel para visitar el Ventisquero Steffins en una lancha de CONAF, y después seguimos al sur. Todavía nos espera la ruta hacia O'Higgins, y el poco conocido Río Pascua.
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